jueves, 3 de abril de 2008

Recordando a Juan Pablo II

Al cumplirse un año mas del fallecimiento del Papa Juan Pablo II, siento la necesidad (de verdad necesidad) de escribirle algo a él, quien se fue sin saber que existo y sin que yo lo viera nunca en vivo.

Yo, que soy rara avis de mi familia y de verdad que en todos mis círculos también, (a cuantos protestantes convertidos en católicos se conocen?) siempre mantuve una relación de lejanía con la Iglesia y sus instituciones. Pero en la última visita del Papa a México, no pude sentirme atraída a esa figura de la que todo el país hablaba.

Mi buen y gran amigo abuelo, me presto una biografía de su vida (la cual nunca le regrese by the way) porque se dio cuenta de mi naciente interés por JP, estuve atenta a toda la visita, a la canonización y no pude evitar sentir emoción al verlo, me sorprendía mucho sentir la piel chinita por solo verlo en la tele.

Creo que Juan Pablo tuvo el don de transmitir con su sola presencia, lo qué, muchos como yo buscábamos: paz y certidumbre.

Cuando fue su muerte, dure casi una semana de luto, no me quería levantar de la cama y si escuchaba la canción de- tu eres mi amigo del alma por siempre el amigo- comenzaba a llorar. Me impacto muchísimo su muerte y el sentido que siempre le dio a su vida, todo lo que sufrió y como comprendió que ese sufrimiento era permitido por Dios para que nos acercáramos más a él. Fue un shock increíble.

Y es que me parece increíble como su vida fue transformadora de personas, de gobiernos, de la Iglesia. Como se reía como niño, como abogaba por la vida y el amor, como dignifico la fe ante todos los vaivenes de la moda del ateísmo.

El otro día mi mamá dijo que a quien yo le debía mi bautismo, era a mi amigo Abuelo y a Juan Pablo, quienes con su ejemplo me habían transformado. Y si. Tiene razón, el cambio mi vida.

Hay muchísimas cosas que influyeron a mi decisión; pero creo qué, como en la misma escritura viene: el ejemplo arrasa y el vivió una vida de ejemplo.

Hasta pronto Lolek!

2 comentarios:

la mis dijo...

habra siempre personas clave para marcar la diferencia en nuestras vidas.... lo bonito de esas diferencias es cuando lo espiritual rebasa lo superfluo...

JEN dijo...

Recuerdo perfecto el dia que vi a Juan Pablo en persona...a escasos metros. Se acercaba y yo veia en las pantallas como las personas lloraban. Yo iba con mis amigas y me burle u poco de eso y les dije: "no vayan a llorar ustedes PORFAVORRRR ridiculas"...
Cuando paso, me quede inmovil y no puedo explicar lo que sentí. No fui capaz de fotografiarlo ni de aplaudir o gritar de la emoción...lo unico que podía hacer era secarme las lagrimas que corrian sin parar.