Escrito lo anterior, quiero expresar mis impresiones de las llamadas “tribus urbanas”.Tengo aproximadamente año y medio viviendo en el DF, fijandome más en como se reúnen y se expresan estos grupos.
En realidad, hace rato que me doy cuenta de cómo se identifican los adolescentes ahora, pero creía que simplemente lo notaba porque estaba creciendo (por no decir haciendome ruca).Sin saber aún de la existencia de los “emos”, me llamaba mucho la atención la moda entre los chavitos más jóvenes (ósea yo sigo siendo chavita pero de las más grandes jejeje), de cómo se han ido cambiando las modas, que al final son una imitación de lo que alguien más nos dicta.
Recuerdo mis años mozos de adolescente y me pongo a pensar qué modas seguíamos, que queriamos expresar y lo que yo y muchos de mis amigos buscabamos, era no ser iguales a los demás. Yo recuerdo usar la pantalonera deportiva de la secu, holgada para no ser igual a las chavitas fresas que la llevaban pegada a la pierna, agarre una moda de usar los aretes al revés para no parecerme a nadie y así recuerdo cosas que hacíamos para ‘sobresalir”, aunque claro que seguíamos tendencias, como los zapatotes de plataformas y las blusas tipo Fey jajaja.
Ahora me fijo que lo in, es encajar en algún lado. Verse todos iguales, ser todos flacos flacos, peinarse, vestirse, ser iguales a los demás. Dañarse como los demás, sufrir de las mismas enfermedades y padecer las mismas depresiones… lo cual me lleva a mi siguiente incógnita, ¿Por qué están tristes?A mis 16 años, mi mayor preocupación y de mis amigas era como pintársela de la escuela y como conseguir entrar a algún antro, ya una depresión fuerte era si no te hacía caso Mundo o Pablo. Pero nunca pensé en lastimarme para suplir algún dolor, si acaso tenía un humor de la fregada, pero como que siempre me quedo claro que era parte de mi etapa adolescente.
No sé si ya los chavos de ahora tengan problemas a tal grado de quererse lastimar, no quiero juzgar y cuestionar los problemas que puedan tener. Pero creo que cuando creces y te topas con la vida real de golpe, ya tus problemas cambian de tamaño y de intensidad. Tal vez mi realidad no era la de muchas personas, pero el haber disfrutado esa etapa sin depresiones, me permitió ver con otros ojos los verdaderos problemas de la vida.Ahora se usa el “mamaseo” que consiste en darse cariño (por decirlo así) entre todos, pero literalmente TODOS. No importa si eres mujer, hombre, si te conoces o no, si te gustas o no. El chiste es darle rienda a las emociones y la pasión, pues eres un “emo”. Puede que peque de matada, pero creo que actividades como estas, solo dejan a un chavo mas lleno de confusión (como si no tuviera ya suficiente).
De verdad que me sorprende ver a una a esta generación decidida a estar triste en vez de ser feliz. Puede ser que el boom de la motivación personal causo un efecto negativo y esta sea una reacción a ello. Pero si todas las teorías de filosofía que alguna vez estudie, el hombre tiende a la felicidad, no? ¿Que no el fin último es encontrar la felicidad? Entonces porque buscamos tener voluntariamente un estado depresivo. Algo no me checa.
Las emociones llevadas al extremo, generan consecuencias que hubiéramos querido evitar. Un enojo, un berrinche, una reacción demasiado emotiva: no son precisamente las reacciones deseables. Sin embargo, todos sabemos que las emociones son la manera de expresarnos, es necesaria la emoción para demostrar amor, pasión, gratitud, bondad. Creo que la caricaturización de las emociones, hace que sea más difícil para la juventud poder exteriorizarlas.
Ya me imagino un chavo sin tribu (por no llamarlo normal) tratando de expresar alguna emoción, tal vez por miedo a ser visto como un “emo” nunca lo hará. Y ya me imagino a un chavo "emo" tratando de ser tomado en serio. Los extremos nunca son buenos.
No quiero criticar algo que solo conozco por lo que visto y leído. Solo quiero externar mi incomprensión. Tal vez soy un poquito “emo” por no entender.

1 comentario:
Acabo de leer tu comentario sobre los emo's. Confieso que yo no los conozco y que creo que soy incapaz de compartir gran cosa con estos chavos.
Me gustó el acento puesto en la contradicción: Aristóteles (y cierta parte de la filosofía) dice que el hombre busca la felicidad (eudemonia) y los emo, parecen no buscarla.
¡Qué haremos con estos chavitos que no le quieren hacer caso a la filosofía de Aristóteles! Bueno, si no le quieren hacer caso a Sid Vicious... ¿qué inclinación aristotélica podemos esperar de ellos?.
Un abrazo,
L.
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