I drove for miles and miles and wound up at your door.
Camine, me senté, grite, busque y no lo encontré. Por lo menos no a donde lo creí encontrar. Dios cumplió como siempre su palabra y no me dio imágenes de dolor.
Debo confesar que no me quede tranquila, pero yo también fui víctima del impulso de mi propio corazón. No cedí, pero estuve a un destello de sensatez de pararme afuera de la casa de un fantasma para exigirle que saliera a cerrar este círculo.
Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver…
Y menos si vas rodeada de amigas, después de irte de parranda y escuchar a Ana Gabriel cantar canciones de desamor… No lo hice, no me baje, no le grite, no lo busque.
Pero hoy si me gano la necesidad de saber algo, de poder seguir adelante sin esperar ya nada. Así que usando todas las herramientas tecnológicas para la socialización disponibles, busque por horas y por fin lo encontré.
Y ahí estaba, podía sentir como me veía Dios, como padre angustiado diciéndome - para que lo haces? si ya te había dado respuesta-. Pero este libre albedrio que tengo, no me quería dejar en paz. Y pues, lo encontré feliz, sin mí, acompañado en la imagen a la que me aferre a encontrar.
Curiosamente, todo lo que creí sentir, no apareció. Sentí silencio, sentí un suspiro, pero no sentí tristeza, ni dolor, creo que sentí que se cerraba por fin, su capítulo. Sentí melancolía por aquello que quería. Yo ya me había hecho mil promesas mentales de dejar las cosas morir, como siempre que quiero terminar con ciclos; borre números, cartas, fotos, pero seguía imaginando un reencuentro, una explicación, una separación, algo que me hiciera entender en que se fueron esos días.
La verdad intente saber más, comencé a maquiavélicar la forma de hacerme de más información, pero al cabo de un rato me llego tranquilidad y la sensatez, así que ya no busque, porque? Pues porque ya no lo necesito.Me siento raramente tranquila. Como si verlo hubiera sido algo bueno, por fin puedo quedarme con los más bellos recuerdos, una linda historia para un blog y ya. Sin más, supe que termino porque cada quien siguió su camino.
Y vaya que mi camino todavía no se ve muy claro, pero al menos ya no traigo cargando tanto equipaje.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario